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LA REGENERACIÓN Y LOS DESAFÍOS DEL PAN.

ANAYA Y LA REGENERACIÓN DEL PAN.

 

“Todo pensamiento que no se convierte en palabras, es un mal pensamiento y toda palabra que no se vuelve acción es una mala palabra”

K. Chesterton

Con la participación de prácticamente 50% de militantes, el pasado domingo 16 de agosto, el PAN llevó a cabo la elección para renovar su dirigencia nacional. Dicho evento, se realizó entre algunos cuestionamientos a la fiabilidad y transparencia de su Padrón. Sin embargo, los resultados claramente contundentes, 81.91% en favor de Ricardo Anaya, permiten a la nueva dirigencia navegar por aguas azules más serenas.

Anaya Cortés presentó una planilla de primer nivel, experiencia, ética y sentido de responsabilidad, entre los que destacan la excandidata a la Presidencia de la Republica, Josefina Vázquez Mota; el exgobernador de  Baja California, Ernesto Ruffo; los todavía legisladores federales Damián Zepeda, Fernando Rodríguez Doval y Rocío Reza Gallegos, sin duda tres de los mejores diputados que ha tenido Acción Nacional en las últimas legislaturas. Con este equipo, el nuevo Presidente Nacional del PAN buscará llevar a tierra los compromisos que lanzó durante la campaña interna. Como arranque, una vez que se dieron a conocer los primeros resultados el día de la elección, Anaya se comprometió a reducir la nómina y su sueldo como Presidente del partido; hacer pública su declaración patrimonial, fiscal y de intereses; realizar viajes en vuelos comerciales y de clase económica. A ello, se suma el Decálogo que integró sus propuestas para la Regeneración de Acción Nacional, entre las que destacan: Un PAN abierto a los ciudadanos, incluyente; con formación y capacitación; moderno, fresco y renovado; con un Padrón depurado y confiable; posturas claras y distinguibles; ser oposición valiente y firme; hacer buenos gobiernos y combatir a la corrupción.

Un discurso alentador y esperanzador para un PAN ávido de retomar ese talante democrático y la lucha cívica con la que nació. Ricardo Anaya, no puede, ni debe permitirse dejar sus palabras al capricho  y a la deriva de las circunstancias, debe tomar con firmeza el timón que los panistas le confirieron o de lo contrario, terminará no solo hundiendo las esperanzas depositadas en su persona, sino la confianza que aún millones de mexicanos tienen en Acción Nacional. El Senador Javier Corral, quien quedó en un muy alejado segundo lugar, hizo señalamientos muy puntuales a los graves problemas y omisiones que la Dirigencia pasada tuvo en la conducción del PAN. El estilo del Chihuahuense, su actitud agresiva y su pertinaz confrontación con todos y contra todos, desdibujaron sus propuestas, no así el recién electo Presidente Nacional de Acción Nacional, que como bien apunta, Juan José Rodríguez Prats, Anaya reúne virtudes de un político gradualista “que apuesta por la convergencia, por el encuentro de coincidencias y al compromiso que impulsa el cambio”

Enfrente, tendrá a un viejo lobo de mar, como lo es Manlio Fabio Beltrones, con quien en más de una ocasión, en la LXII Legislatura, que vive sus últimas horas, le tocó enfrentarse y llegar a acuerdos para dar salida a una de las agendas legislativas más trascendentes en la historia de nuestro país. La nueva dirigencia del PAN deberá hacer frente a un PRI en franco camino a la consolidación del regreso del autoritarismo y caciquismo a ultranza, Veracruz es tan solo un claro ejemplo de la represión a la libertad de prensa y pensamiento. Los vergonzosos resultados sobre conflicto de intereses dados a conocer la semana pasada por el Secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, dan muestra del cinismo y descaro con el que el PRI gobierna, para lo cual, requiere a una oposición tersa y a modo, por lo que no tendrán empacho en buscar seducirla, maniatarla o corromperla. Por ello, Ricardo Anaya, deberá mostrar los talantes necesarios y el carácter para afrontar la embestida que se avecina y sacar a flote el barco que le fue encomendado. Además, tendrá en sus manos la responsabilidad de preparar el camino para las elecciones de 2018 y presentar a un PAN atractivo a la ciudadanía, de lo contrario, Acción Nacional tiene el riesgo de quedar rezagado en el mapa electoral y pondría la permanencia de su futuro en riesgo.

Para ello, es necesario que el PAN comience a reconocer los yerros y pecados propios, pero al mismo tiempo defender  y saber comunicar a la ciudadanía los logros y las luchas ganadas, no solo en la arena electoral, sino en el ámbito legislativo, así como en el ejercicio de las administraciones locales e incluso las alcanzadas durante los 12 años de gobierno federal. Acción Nacional está obligado a mirar hacia adelante, sin olvidar el pasado, a construir nuevas alternativas que den respuesta a la realidad y problemas actuales, sin que ello signifique enterrar las raíces y principios del humanismo político. Las banderas del PAN deben seguir siendo la lucha por la democracia y la libertad de expresión; la transparencia y rendición de cuentas y sobre todo la participación activa de la ciudadanía.

Fernando Rodríguez Doval, quien acompañará en el Comité Ejecutivo Nacional a Anaya, afirmó en un artículo coescrito con el maestro Alejandro Landero para el periódico Reforma en Septiembre de 2011, que el Humanismo político Integral que el PAN defiende “es un proyecto de inclusión y desarrollo social, de seguridad democrática y de Estado de Derecho; de libertad y de valores, de ética cívica y, ante todo, de primacía de cada persona concreta entendida en su vocación particular y su dignidad universal”. Acción Nacional, requiere y le urge, recuperar estos estandartes y aterrizarlos en propuestas públicas viables, claras y acordes a la realidad del Siglo XXI.

Sería un grave error si la dirigencia del PAN centra su energía en recuperar el gobierno, pues la principal tarea que tiene Acción Nacional es recuperar la confianza ciudadana y los ideales que dieron vida a Acción Nacional y para ello, habrá que empezar limpiando la casa.

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Gustavo

Gustavo Adolfo Trejo

@gus_trejo

Estudió sociología en la UNAM y ha sido asesor legislativo en la LX y LXII Legislatura Federal y en la LVII Legislatura del estado de México; Asesor de la Décimo Cuarta Regiduría en el municipio de Tlalnepantla de Baz. Secretario técnico del Patronato del Centro de Integración Juvenil, CIJ Tlalnepantla y Secretario técnico del Consejo de Política Soberana del GPPAN en la LX Legislatura.