Hace un par de meses, escribía sobre la importancia de ir cortando el fuerte vínculo entre PEMEX y la economía nacional, esto a razón del panorama que se presenta, y como países latinoamericanos como Chile y Paraguay, han sobrepasado la capacidad energética en materia de energías renovables en números que hoy México solo puede imaginar.
De acuerdo a SENER el consumo de energía anual aumenta casi 5% por lo tanto y de acuerdo a cifras de dicha secretaria, el presupuesto invertido en energías renovables dispuesto en el plan nacional de infraestructura es de 3.9 billones de pesos destinados únicamente a proyectos energéticos, sin especificar claramente que porcentaje de dicho presupuesto esta destinado a las renovables y si este esfuerzo es garante de productividad y desarrollo en la materia, hasta el 2012 solo el 14% de la energía consumida proviene de fuentes renovables y limpias.
Un estudio del Centro Woodrow Wilson que data del 2012 plantea que estados como Baja california y Chihuahua tendrían que aportar únicamente 100 mil hectáreas para la elaboración de infraestructura en materia fotovoltaica, lo que supondría la satisfacción de la demanda energética mexicana, sin embargo plantea problemáticas en la creación y mantenimiento de dichas granjas solares, pues el conocimiento técnico y la falta de producción de materiales y tecnología mexicana para proveer técnicos y mano de obra capacitada convierte a los proyectos eólicos en inversiones de bajo interés para el mercado nacional. Solo Estados Unidos, España y Japón se plantean al momento invertir en este sector.
En 2014 se registró un incremento considerable pero alejado de las metas que el estado mexicano asumió desde su integración al protocolo de Kioto, ratificando su compromiso en la “Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático” (Doha, Qatar). En México hasta finales del 2014 el 25% de la energía generada provenía de renovables en general (Eólica, solar, hidráulica, geotérmica, y de biomasa). Oaxaca y Veracruz son al momento los estados con mayor porcentaje de proyectos en la materia eólicos y de biomasa. 
Se estima que para el 2028 la generación de electricidad proveniente de energías renovables se incremente en 19,761 MW, considerando únicamente fuentes de energía eólica e hidráulica con un 59% y 21% respectivamente. Claro, sin tomar en cuenta la energía fotovoltaica.
Si explotáramos dicho potencial, las energías renovables, catapultarían a México como una potencia y se disminuiría de manera saludable la dependencia presupuestaria del estado hacia PEMEX, en el entendido de que de generarse más proyectos en el sector de las renovables, estas se formen de manera independiente, creando un beneficio en la generación de empleos, sumado a la generación y mano de obra de materiales para satisfacer la demanda de la industria, crecimiento tecnológico y por efecto inmediato una mejora a la aportación mexicana en cuanto a disminución de índice de gases de efecto invernadero a la atmosfera, algo que se podría presumir hasta el cansancio y esto no se te escaparía de ningún penal de máxima seguridad (risas y aplausos).
Hablar hoy de la intervención de EEUU en el apoyo técnico para al elaboración de la recientemente y poco fortuita reforma energética, es escuchar mas de lo mismo, a nadie sorprende la injerencia de los vecinos del norte en la toma de decisiones del estado, no por ello aceptable, sino más bien indignante pues solo plantea el retraso tecnológico del estado en materias como la economía y la generación de energía, ambas pilares de la condición económica del estado mexicano. Sé que parezco muy repetitivo cada vez que toco este tema, pero me parece que insistir en que este tema sea preponderante en la agenda nacional es procurar por el bienestar de generaciones futuras, contribuir al cuidado del medio ambiente es una obligación ciudadana desde mi perspectiva. De Momento considero que mientras más nos atasquemos en los hidrocarburos, más dificultad y retos se plantearan para enfrentar el panorama internacional que plantean el cambio climático, la sustentabilidad y el desarrollo de tecnologías amigables y orgánicas con el medio ambiente, hoy no es moda, es ya una obligación ciudadana pero sobre todo humana.
Omar Peña Cervantes. /@mwleon
Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad del Valle de México, inicie mi desarrollo profesional en la iniciativa privada en sectores Farmaco-Cosmetico, logístico y de servicios, He participado para asociaciones civiles y trabajado para la comisión de desarrollo social de la Cámara de Diputados. Administrador de RSS/CM para CEPI consultores.
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