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RECURSOS GUBERNAMENTALES PARA EL COMBATE A LA POBREZA Ó RECURSOS CLIENTELARES.

El tema de combate a la pobreza es largo y complicado, sin pretender demeritar el trabajo gubernamental, abordare algunos datos oficiales que nos permitan tener una idea de los esfuerzos que se hacen para disminuir la pobreza y sus resultados.

En teoría, los programas y las acciones federales de desarrollo social buscan contribuir a la preservación de los Derechos Sociales y la Dimensión de Bienestar Económico de los ciudadanos.

La realidad nos dice otra cosa:

POBREZA

AÑO

MILES DE PERSONA

2010

52,813.02

2012

53,349.902

2014

55,341.556

Año tras año el número de pobres crece a pesar de que los recursos que destina el Gobierno para este rubro son cada vez mayores, pasando de casi 30 mil millones de pesos en 2006 a más de 130 mil millones de pesos en el 2015. Sí bien hay que tomar en cuenta el aumento en la población, si llegara a cada persona uno de los 5,904 Programas Sociales para combatir la pobreza, tendría que haber 9,336 pobres menos en nuestro país, lo cual no ocurre.

La mayor cantidad de recursos que se obtienen para el combate a la pobreza provienen de la fiscal, golpeando al sector de la economía que paga más  impuestos con el pretexto de favorecer al sector de la economía que más lo  necesita, sin llegar a verse reflejado en la realidad.

Lo anterior nos lleva a una pregunta, ¿Dónde están esos recursos?

La respuesta obvia es, lamentablemente, en manos de la corrupción y políticas clientelares.

Los recursos de los programas y proyectos gubernamentales están diseñados de tal manera que las personas comunes no tenemos ni información de la existencia de estos recursos, ya que son reservados para uso con fines políticos y enriquecimiento ilícito a costa de la pobreza de millones.

De otra manera no se podría explicar reglas de operación contradictorias, rebuscadas que ocasionan que las personas más necesitadas no tengan acceso a estos recursos, viéndose beneficiadas organizaciones, grupos, empresas, etc.  Que de una u otra manera están coludidas con las autoridades responsables de administrar estos recursos, agudizando cada vez más la gran enfermedad de la pobreza, colaborando a que  las personas en el ámbito rural no tengan ni $29 pesos al día para satisfacer sus necesidades básicas según las propias autoridades y en el medio urbano $42 pesos.

Un ejemplo del uso clientelar de los recursos gubernamentales fue lo ocurrido con la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca, la cual obligaba a asistir a sus eventos a padres de familia bajo la amenaza de no recibirían la cantidad de 1,800 pesos bimestrales otorgados por medio del programa PROSPERA.

Estas prácticas son de lo más normal y común por parte de organizaciones de este tipo,  esta ocasión salió a la luz debido al conflicto que existe entre la CNTE y las autoridades, de otra forma se hubiera mantenido a la sombra como es lo normal.

La solución a este problema es complicada en su simpleza, hay que realizar un diagnostico profundo de las capacidades productivas de las diferentes zonas, de las condiciones del mercado, en fin, llevar a cabo todo lo que en teoría se tienen planteado en el “Plan Nacional de Desarrollo “ (PND)   y por parte de los beneficiarios, cumplir a cabalidad con los compromisos y obligaciones que corresponden a los programas ejecutando los recursos para lo que fueron destinados.

Haciendo lo que a cada quien le corresponde, autoridades y población puede ser una realidad la disminución de la pobreza, así como ha ocurrido en países del continente como Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Chile y la República Bolivariana de Venezuela, donde han logrado disminuir la pobreza en un 7% por año.

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Luis

Luis Cruz

@LUISHJT1